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LA SENDA DEL OSO
La Senda del Oso: <-- menú bici La senda del Oso es una ruta que comienza en Tuñón, a unos 10 kilómetros de Trubia y a unos 25 kilómetros de Oviedo. Inicialmente había que ir en coche hasta allí, pero ahora gracias a las sendas creadas, se puede llegar directamente desde Oviedo en bicicleta y sin peligro. Para ello tienes que hacer y por este orden:
La unión de estas tres rutas de daría algo así:
Esta ruta tiene una bifurcación a mitad de cambio, lo cual hace que podamos explicar la ruta como dos tramos que dibujan una "Y" invertida: uno el que lleva a Teverga, que es el camino original, el más antiguo, y otro que lleva hasta Santa Marina, que fue finalizado más recientemente. Puedes consultar la ruta de la Senda del Oso en Google Maps (by me) en: http://maps.google.com/maps/ms?hl=es&ie=UTF8&msa=0&msid=115056155813391424853.000448b99af15d5d58c66&t=h&z=11
Este trayecto es el clásico, comienza en Tuñón, donde tenemos un parking para dejar el coche, y un área recreativa para empezar a hacer las primeras fotos y donde ya tenemos el río Teverga al lado, que es el que iremos recorriendo por su lado.
El trayecto discurre por donde iban una línea de tren. Esto hace que el trayecto sea prácticamente llano. Si bien, como el trayecto que estamos haciendo es del centro hacia el sur de Asturias (dirección a la Cordillera Cantábrica), esto hace que el trayecto de ida (Tuñón-Teverga), sea ligeramente cuesta arriba, y por supuesto el de vuelta ligeramente cuesta abajo. Caminando no se nota, pero en bicicleta sí notas el cambio de facilidad en la pedalada. El primer pueblo por el que pasaremos será por el de Villanueva, en el que veremos la Iglesia de San Romano.
Poco después llegaremos a un tramo recto donde veremos una nueva área recreativa (en Buyera) que es la que se utiliza cuando se quiere ir a ver a Paca y Tola. Estas son dos jóvenes osas pardas que dan nombre a la Senda del Oso. Se encuentran en semi-libertad en un monte cercado, pero suele ser bastante fácil verlas cerca de las verjas que es donde se les proporciona comida.
El camino sigue discurriendo hasta que llegamos a la central eléctrica de Proaza, bonita y curiosa, diseñada por Vaquero Palacios, un pintor y arquitecto asturiano.
Tras pasar esta central, el camino se vuelve en cierto modo monótono, no por tener un paisaje aburrido, si no porque ya no atravesemos más pueblos destacables y simplemente discurrimos a la vera del río, atravesando túneles, vegetación y montañas, lo cual siempre será uno de los paisajes más bonitos de España (desde mi punto de vista, claro). Una de las cuestiones que se atraviesan, que sí es mencionable, es el desfiladero de las peñas juntas, que es un tramo de 300 metros o así en el que sí que parece que se te echan dos montañas encima, tanto, que tienes que pasar por túneles.
Al poco de pasar el desfiladero es cuando entramos el desvío que diferencia la senda del oso en dos rutas. Nosotros cogeremos en este punto el camino de la derecha que indica "Entrago (Teverga)". El camino discurrirá sin mayor novedad hasta el final. Repito, que el trayecto de túneles es bastante entretenido y curioso y refrescante (baja la temperatura bastantes grados porque además son muy oscuros y pequeños.
Al final, justo antes de llegar a Teverga y completar los 22 km, veremos a nuestra derecha una pared vertical natural que a veces se utiliza para hacer escala y que se encuentra a escaso 1 km del final, donde hay un parking donde se puede aparcar para acceder a él.
Para describir esta ruta, algunos kilómetros más larga que la anterior (unos 28 km desde Tuñón), partiremos directamente desde la bifurcación que indicamos en una foto anterior, justo tras pasar el desfiladero de las peñas juntas. Así como en la ruta anterior, tras pasar el desvío no había mayor novedad, en esta ruta la novedad la encontremos en seguida, al llegar a los pocos kilómetros al embalse de Valdemurio, lugar con una presa, tranquilad y muchos pescadores.
Esta ruta es algo más incómoda que la anterior, en el sentido de que veremos alguna pequeña cuesta, y el camino está algo menos asfaltado, resaltando tramos de gravilla donde la bicicleta se te puede llegar incluso a hundir un poco. En este tramo de la ruta veremos más civilización, aunque notaremos que en cierto modo nos estamos adentrando más en la cordillera cantábrica, tanto por el frío (subimos poco a poco de cota) como por el paisaje de montaña, cada vez más acusado.
Esta ruta, al igual que la otra, atraviesa en algunos tramos carreteras locales. Son tramos mínimos, pero te obligan a bajarte de la bicicleta. El final de esta ruta está determinado por una imagen bastante curiosa y llamativa que es un antiguo lavadero de carbón abandonado, que tiene habilitado un parking al lado.
Bonita ruta tanto en invierno como en verano, pero recordad que en invierno puede llegar a hacer bastante frío, diferencias tal vez de más de 5 grados, entre el comienzo y el final, al estar adentrándonos en montaña. Cabe destacar, que este tramo yo lo hice con bicicleta de carretera (como puedes ver en las fotos), y a pesar de la gravilla y demás dificultades .... no pinché .
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